Se formaron los siete pecados capitales de la educación con el fin de suscitar en algunos educadores el necesario examen de conciencia, el sincero arrepentimiento y el propósito de enmienda. A continuación se citan dichos pecados.
1. LA DOMESTICACIÓN.
2. LA REPETICIÓN.
3. LA TEORIZACIÓN .
La educación tradicional rindió culto a un exacerbado acto de la teorización metodológica y conceptual. Sin embargo, en la actual “sociedad del conocimiento” todavía se siguen dando nociones teóricas al margen de la realidad nacional y mundial. Se leen libros sin comprenderlos ni aplicarlos, a veces se discuten ideas, pero no se aterriza en tierra firme, en la práctica. No se aprende a pensar y hacer, a resolver problemas concretos. Se enseña historia, pero no se aprende historia. Se pasan años y años en la escuela, sin hacer nada útil ni valorativo. No se plasma en los hechos una Identidad Nacional.
4. EL ACADEMICISMO
Con este “yerro”, se reduce el proceso de educación y la escuela a un conjunto de salones, con su profesor, tablero, tiza y unos alumnos que asisten a clases soporíferas y responden a exámenes para pasar de grado u obtener títulos o diplomas que comulguen con el “tercio superior” si es posible, para no ser desaforados mañana en un concurso de nombramiento o simple contrata. Como sostiene Trahtemberg (2000:52), la mayoría de los colegios siguen siendo “cajas grandes”, sin personalidad, sin adecuación a las modernas estrategias pedagógicas y comunicacionales. Siguen respondiendo al modelo de una fábrica en la que el alumno casi literalmente entra por un extremo del edificio, se mueve por el corredor central coleccionando discretas porciones de conocimientos y emerge del otro extremo con un diploma para un mundo mercantil de la inacción y la falsa pertinencia.
5. LA BUROCRATIZACIÓN.
En sociedades donde impera el capitalismo burocrático y la tecnocracia, es un símbolo de ineptitud y letargo en asuntos de eficiencia administrativa. El término burocratismo, designa tanto la adhesión a una ideología burocrática, como un sistema político social caracterizado por el predominio de la burocracia dominante. Con fines y objetivos previstos. Etimológicamente, viene de los vocablos: bureau, francés, que quiere decir mesa de escribir y, por extensión, oficina, y el griego tratos, equivalente a poder o gobierno, y significa, por tanto, literalmente, el poder o gobierno de las oficinas, o, con más exactitud, de los funcionarios o empleados que trabajan en ellas. La burocratización tiene sus raíces en el desarrollo de las sociedades excluyentes que no han vivido en una democracia plena. O tienen un Estado paquidermo
6. LA IMPROVISACIÓN.
En sociedades anárquicas todo se improvisa. La improvisación es una técnica de actuación a través de la cual se representa algo de forma imprevista haciendo que los diálogos y las acciones surjan espontáneamente. Para Patricia Mercado, la improvisación puede pensarse como unidad teórica y técnica. El tema es el espacio de convergencia entre la investigación teórica, las necesidades de los integrantes y el estilo de trabajo del grupo, la estética desplegada por éste..
El tema suele constituirse en el hilo conductor de acciones, sensaciones, emociones, pensamientos de una diversidad enorme, donde cada subjetividad se despliega, se descentra y encuentra nuevos matices para improvisar. Como el hilo de Ariadna en el laberinto, permite al grupo alejarse de la superficie, acercándose a las fauces de lo temido, lo rechazado, lo que se olvidó, con la posibilidad de retornar cargando el bagaje de una nueva experiencia -cada uno puede referenciar su exploración no sólo en el coordinador sino en el tema, que emerge como construcción de un código producto común del grupo.
7.LA ELITIZACIÓN
Asistimos a la elitizaciòn de la educación a todos los niveles. Se destina a una elite y forma élites intelectuales y sociales. La planificación de la educación es realizada por grupos de doctos, expertos y técnicos teorizantes, desconocedores de la realidad educativa que subestiman la capacidad de los grupos de estudiantes y educadores. Los programas, hijos de tales padres, son a menudo teóricos y aristocráticos. O déspotas intelectuales que nunca bajan de su nube, para analizar y comprender la crisis de la educación. El proceso de selección, especialmente a nivel universitario, es un verdadero cuello de botella que hace imposible su acceso a las clases populares.
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